El sauce
Anna Ajmátova
Traducción de Oscar
Bonilla
Maduré en medio de una
paz nacida del mando,
En la infancia del
naciente siglo.
Las voces de los hombres
nunca fueron cercanas a mí,
Pero la voz del viento,
eso sí podía entender.
Preferí la compañía de
ortigas y bardanas,
Aunque mí favorito
siempre fue el sauce de plata.
El llanto de sus ramas
avivaba de sueños mi inquietud.
Permaneció en el mismo
sitio toda mi vida por obligación,
Y ahora, con sorpresa,
lo he sobrevivido yo.
Sólo queda el tocón.
Con voces extrañas,
otros sauces conversan entre sí,
Debajo de nuestro…
debajo del cielo.
Yo permanezco en
silencio, como si hubiera perdido a un hermano.
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